Quiero contarte de mi vida
en la fortaleza
Que podría estar paseando
por la naturaleza…
De mi vecino pesado que luche
De la fuerza que tantos días
me diste
Preguntar por tu mamá
Y el samurái que te acompaña
¿Cómo tus ojos cansaste?
¿Si la respuesta al porqué
encontraste?
Tan lejos has llegado
Jamás me he rendido
Quiero ser tu amigo
Compartir lo vivido
Quizás es solo un “quiero”
¿Demasiado acelero?
Quizás me he vuelto cómoda
¡Yo tampoco tengo idea!
Pensarás “no está entretenida”
Difícil de complacer la princesita
Y yo quiero tus entrenamientos
¡Aunque me mataban ya
los calentamientos!
(Lucentum, 24.04.2020)